Por qué se usan los pigmentos
Ing. Vanessa Palomo Vizcaino
Cuando estaba en educación básica tenía una profesora que nos dio como ejercicio cerrar muy fuerte los ojos y fijarnos en los colores que podíamos ‘ver’, al poco tiempo nos pidió abrirlos y en una hoja en blanco que teníamos al frente dibujáramos lo que habíamos visto.
Muchos coloreamos sin parar círculos, líneas y figuras abstractas coloridas. Luego la profesora nos pidió evaluar nuestro trabajo y preguntó: “¿Cuáles colores son más hermosos, lo que dibujaron o lo que vio cada uno?” Me atrevo a decir que la mayoría confesaba que los colores que vimos al cerrar los ojos. La profesora amablemente nos dijo: Los que tienen en la hoja de trabajo, porque esos son reales.
Desde épocas muy antiguas se vienen usando sustancias naturales y minerales para darle color a las historias que queremos representar. Siempre inspirados en nuestro alrededor o nuestra imaginación, por eso hay cantidades de distintos colores sintéticos que puedan ser visibles al espectro de nuestros ojos, porque estos son reales.
En definitiva, existen materiales de partículas insolubles que proporcionan color, opacidad, brillo e incluso modifican la reología o inhiben la corrosión: Pigmentos. Pueden ser de diferentes tamaños de partículas y vienen de compuestos (orgánicos o inorgánicos) que les confieren sus características especiales. Actúan a través de la absorción de ciertas longitudes de onda de luz visible, transmitiendo o dispersando a otras longitudes de onda.
Algunos pigmentos de uso común son verdes y azules a base de Ftalocianina de Cobre, rojo de Quinacridona, óxidos de Hierro, naranja de Perinona, el blanco de Dióxido de Titanio. Como también especialidades como pigmentos de Cadmio y Bismuto Vanadato.
Sus aplicaciones van hasta donde pueda ser necesario el color: textiles, recubrimientos, maquillaje, plásticos, papeles, tatuajes y más (realmente mucho más).
Los pigmentos también pueden reducir los costos de la formulación, al actuar como una carga (filler) de volumen en el balance total de aditivos. Esta es una herramienta usada por los formuladores para mejorar propiedades mecánicas del producto mientras ahorran costos. Se pueden diferenciar de otros pigmentos en que al usarlos tienen poco o ningún efecto sobre las propiedades ópticas de los recubrimientos además del brillo. Son materiales inorgánicos de origen natural o que se pueden fabricar en diferentes tamaños de partícula como pigmentos a bajo costo. Los más comunes son talcos, carbonato de calcio, sílices, arenas especiales para pinturas de textura, micas, arcillas como el caolín y baritas.
Sin embargo, también encontramos en el mercado químico e industrial pigmentos que solo se usan en pequeñas concentraciones y que sus costos son comparablemente mayores a las llamadas cargas, pigmentos orgánicos o inorgánicos de mayor aplicación. Para esta categoría se reservan los pigmentos específicos que confieren propiedades ópticas únicas a los revestimientos, tales como pigmentos de aluminio para revestimientos metálicos, pigmentos nacarados o pigmentos fluorescentes.
También, de acuerdo con el tipo de recubrimiento que se quiera fabricar, una manera inteligente de tener una carga y aditivo funcional son los pigmento que proporcionan características químicas especiales a un recubrimiento, incluido el óxido de Zinc para el control del moho, el cromato de Zinc para el control de la corrosión, entre otros.
Sin lugar a duda, los pigmentos son un mundo de partículas muy interesante y que está en constante revisión, cambios ambientales y toxicológicos, pero que hacen que el ser humano pueda crear maravillas a su alrededor.
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